Si le has dado al play, una de dos: o te has dado cuenta de que éste es el verdadero podcast de Halloween, sobre todo por la pandemia y todas las catástrofes económicas que se prevén, además de hacia donde vamos con el calentamiento global; o realmente este es un tema que te ronda la cabeza desde hace algún tiempo y quizás ya estés buscando información o incluso dando algunos pasitos de “preparación para la supervivencia”, como dicen los supervivencialistas, survivalistas o preparacionistas, en inglés survivialists o preppers.
[spreaker type=player resource=»episode_id=41731349″ width=»100%» height=»200px» theme=»light» playlist=»false» playlist-continuous=»false» autoplay=»false» live-autoplay=»false» chapters-image=»true» episode-image-position=»right» hide-logo=»false» hide-likes=»false» hide-comments=»false» hide-sharing=»false» hide-download=»true»]Para los no iniciados en este movimiento, una nota histórica: como habrás notado por el nombre en inglés, ‘survivialism’ o ‘prepper’, el preparacionismo surgió en Estados Unidos después del crack de la bolsa en 1929 y fue creciendo hasta empezar la preparación efectiva en la década de los ‘60 con la Guerra Fría, cuando se recomendaba a la población construir sus propios refugios antiatómicos y entrenar a los niños para sobrevivir a una bomba nuclear y a la lluvia ácida. La desconfianza en el sistema por devaluaciones de moneda, shocks económicos como la crisis del petróleo de 1973 que provocó un pico de inflación y cruce de amenazas entre potencias nucleares hizo que algunas personas empezaran a construir sus propios refugios a prueba de bombas y posibles atacantes, aprendieran técnicas de supervivencia en la Naturaleza y habilidades que les harían autosuficientes como cultivar, criar ganado, almacenar agua y víveres o generar su propia energía… además de comprar armas y aprender a usarlas.
Hay bastantes libros que te enseñan a hacer todo esto, que hablan de desastres futuros… pero me resulta extraño que, entre todos los desastres que mencionan, no se encuentren la amenaza climática, que es la mayor catástrofe que puede haber y ya está en marcha, o las epidemias. Sí que hay películas muy distópicas en las que podemos ver un futuro súper turbio por efectos del cambio climático, como Mad Max, el fracaso de Kevin Costner Waterwall, en el que el mundo está cubierto por las aguas y todos buscan tierra firme o generarla. Una que me revolvió las tripas fue The Road, con Viggo Mortensen, en el que la Tierra estaba sometida a un clima horrible que hacía imposible cultivar y los humanos que quedaban después del colapso del sistema iban por ahí comiéndose entre sí. Y luego está The Survivialist, muy dura también porque nos muestra a un superviviente que lleva 7 años solo en una cabaña en el bosque, cultivando plantas casi en secreto y escondiéndose cada vez que aparecen personas porque saben que se comerán su cosecha y se lo comerán a él.
Vamos, un rosario de pelis catastróficas perfectas para paranoicos y para los que lo ven muy crudo en la lucha contra el calentamiento global. Que no vamos a negar que parte de esa lucha consiste en adaptarse a lo que vendrá, pero en estas pelis apocalípticas ya es todo un sálvese quien pueda.
Y luego están las películas que hablan de epidemias como Contagio, de Kronenberg, que volvió al Top3 de pelis más vistas al comienzo de la pandemia porque parecía acompañarnos paso por paso en lo que iba ocurriendo. Y una de esas epidemias es la que convierte a los seres humanos en zombis, como en 28 días después, Soy Leyenda o Guerra mundial Z. La verdad es que desazona bastante descubrir la total desconfianza en el otro, hasta el punto de que los preparacionistas consiguen armas para ahuyentar a la gente que trate de apoderarse de lo que ellos han estado almacenando durante años de preparación. Es el triunfo del individualismo más radical con el que no estoy nada de acuerdo y que pienso que es justo lo que nos hace ir hacia el desastre. De hecho, ha sido muy difícil conseguir una entrevista para este podcast, porque se anima a los seguidores de este movimiento a ser lo más anónimos posible, porque claro, si alguien sabe que te estás preparando para el desastre, puede que se ría de ti o te tome por un lunático paranoico, pero cuando realmente llegue el colapso, esa persona será la primera que llame a la puerta de tu refugio o intente asaltarlo por la fuerza… esta es una idea que he visto en varios vídeos de los muchos canales de YouTube que existen al respecto. Es difícil dar con ellos, no dan su nombre completo ni dicen en qué zona residen, y muchas webs dedicadas a esto como preparacionistas.org no dan nombres ni contacto directo de ninguna persona. Sí que logré contactar con Julian 545, un argentino que hace cinco años se fue a vivir al campo y fue mostrando todos los pasos para ser autosuficiente, pero finalmente no contestó a mis preguntas.
Existe mucho material para iniciarte por tu cuenta en esto del preparacionismo, así que me voy a centrar en el tema que nos ocupa, la alimentación. Cómo conseguir alimentos en caso de que el sistema colapse y no puedas confiar en el valor del dinero, en el abastecimiento de los supermercados y las ciudades, y en que las autoridades proporcionen todo esto.
Vale, pues imaginemos que ha habido un gran desastre y todo es un caos, la gente anda como loca de aquí para allá, se han caído las comunicaciones, no hay electricidad, lo sistemas informáticos no funcionan… ¿qué hacemos? ¿Sálvese quien pueda?
Si vives en la ciudad, lo primero que tendrías que hacer es huir al campo, porque es poco probable que en la ciudad tengas tu propio huerto y críes animales, y además, hay demasiada gente a tu alrededor que descubrirá lo que tengas y trate de arrebatártelo. Así que lo primero es irte al campo, a ser posible a una casa con terreno que te hayas procurado ya en los años de preparación previa al desastre, pero vamos con esa huida. Para huir, necesitas una mochila de 72 horas, como la llaman los preppers, o sea, una mochila que tengas guardada en tu casa – una por persona – con todo lo necesario para sobrevivir durante 3 días que es el tiempo que se estima que tardan las autoridades en reaccionar a un shock o desastre de cualquier tipo.
En ella habría que llevar agua, comida no perecedera, ropa de abrigo e impermeable (también para la cabeza), una lona para taparte o si tienes coche, una tienda de campaña, quizá un saco de dormir ligero, un botiquín de primeros auxilios, herramientas como linterna, brújula y un mapa, un cuchillo, algo para encender un fuego y un hornillo para cocinar… y dinero en efectivo y arsenal para defenderte o cazar.
Bueno, ya has huido de la ciudad tan rápido como has podido, incluso abandonando tu coche y andando por rutas alternativas con la ayuda de tu mapa y tu brújula, y has llegado a tu refugio. Allí tienes comida y agua almacenadas que te permitirían sobrevivir durante años si lo necesitaras, y las tienes bien ocultas para que nadie las encuentre. Para almacenar el agua, puedes hacerlo en bidones de un material apto y opaco, que no filtre la luz para que el agua dure mucho tiempo. Además, es necesario instalar algún sistema de recogida y almacenamiento de agua de lluvia. Y contar con pastillas potabilizadoras o sistemas portables para potabilizar el agua.
Respecto a la comida que almacenar, en estas webs y canales de YouTube te enseñan a fabricar tus propias conservas, como se hacía antes en las casas, a deshidratar frutas y verduras para que duren muchos años, y los alimentos no perecederos que más tiempo pueden aguantar y mayor aporte nutricional tienen, y cómo conservarlos para que no se echen a perder. Por ejemplo, los cereales en grano, azúcar, sal, cacao, aceite, bicarbonato, café y té, miel, pasta…
Para cocinar esa comida, es importante que no te fíes de que vaya a haber suministro de gas o electricidad y construyas tu propio horno y barbacoa para usar con leña, como las antiguas, y que además de darte una forma de cocinar, te proporcione una fuente de calor. Si necesitaras energía, es buena idea disponer de un pequeño generador eléctrico, pero como lo mejor es ser autosuficientes, tener placas solares y baterías alejadas de la casa para almacenar la energía sobrante y por ejemplo cargar un coche eléctrico podrían ser una buena opción.
Como se supone que vas a estar en esa casa un buen tiempo, necesitas proveerte de tu propio alimento fresco, y para ello tienes que aprender a cultivar y criar tus propios animales. Una de las cosas que vemos en una serie que se hizo muy famosa al comenzar la pandemia, la francesa El Colapso que podéis encontrar en Filmin, es que los urbanitas huían al campo pero se daban cuenta de que eran una carga para ser aceptados en comunidades que se habían creado en el campo, porque no tenían ninguna habilidad real, tipo carpintería o fontanería, saber cultivar o cocinar, o primeros auxilios. Yo comenzaría por ahí a la hora de aprender habilidades útiles de verdad.
Bueno, pues vemos que hay que aprender a construir tu propia huerta, a poder ser que te de alimento durante todo el año, y también construir un gallinero, que te dará huevos todos los días y carne y plumón cuando lo necesites. ¿Qué necesitas para comenzar? Almacenar semillas orgánicas, y comenzar tu propio contenedor de compost para proveerte de fertilizante natural y renovable, al que irás añadiendo el estiércol de los animales que críes.
Respecto a las plantas que te darán alimento todo el año, están la cebolla, el ajo y la patata, la lechuga, el maíz, el brócolo, los espárragos y las alcachofas, entre otras, y de frutas, no te olvides de poner una parra que te dará sombra y uvas todo el año, y varios árboles frutales de frutas que te aporten vitamina C como naranjos y limoneros, y un nogal que te aporte nueces.
Y claro, hay que aprender a cocinar todo esto de forma que se aproveche el máximo posible, como vimos en el episodio anterior con la cocina óptima, y seguro que perfeccionar la receta de hacer pan que aprendiste con el primer confinamiento te será de gran utilidad. Y por favor, no abandones el yoga y el entrenamiento que comenzaste también en confinamiento porque estar en forma y bien de salud es esencial para la supervivencia, aunque decir esto es bastante obvio…
Hasta aquí este episodio apocalíptico – no he podido resistir la tentación de hacer un especial Halloween porque esto es mucho más terrorífico que fantasmas y zombis. La semana que viene terminaremos esta serie con un episodio sobre la economía circular, porque siempre hay que terminar con la nota optimista de lo que se puede hacer y ya se está haciendo.
BIBLIOGRAFÍA:
https://www.youtube.com/c/julian545
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