Obesidad, la epidemia en aumento, con Susana Monereo y Concha Aguilera

Tengo la suerte de haber crecido en un pueblo de la sierra de Madrid, El Escorial, que cuando yo era niña no tenía ni tantos coches como ahora, ni tantas zonas urbanizadas… en verano como en invierno, mi hermana y yo y nuestros vecinos, que tenían la misma edad, nos tirábamos toda la tarde jugando en la calle. La hora de vuelta era la cena. Por entonces nuestras únicas extraescolares eran inglés dos veces a la semana, y no nos ponían tantos deberes. Hacíamos rutas por pasadizos secretos de las urbanizaciones del pueblo, nos íbamos con las bicis a los parques o al campo, nos tirábamos en patines cuesta abajo, jugábamos a un tenis inventado en medio de la calle… no necesitábamos más, y llegábamos de vuelta a casa sudados, cansados y felices. Nos había dado la luz del sol, habíamos corrido, saltado y nos habíamos reído mucho, de merienda nunca nos daban pesetas para ir a comprar bollos o chuches sino un bocata o un yogur con fruta, y a la vuelta estábamos listos para cenar, leer un cuento e irnos a la cama. Mi padre, que creció en plena ciudad de Madrid, cuenta que se juntaba con muchísimos niños de todos los edificios de pisos de los alrededores para jugar partidos de futbol que duraban toda la tarde. ¿Tu infancia fue así?

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Los niños que crecen en ciudades y pueblos hoy en día lo hacen sobre todo de puertas para adentro, sentados delante de una pantalla. Si hay suerte, cenan con su familia, sino, quizás cenen solos o con sus hermanos, pero suele ser, de nuevo, delante de una pantalla, viendo dibujos animados o jugando a videojuegos.

Acabamos de conocer por nuevos datos del Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE), que la obesidad sigue disparada entre los niños españoles: casi el 40% de los niños de entre tres y ocho años son obesos, y estamos solo por detrás de Grecia e Italia, acercándonos peligrosamente a las cifras de Estados Unidos. Hablamos de los países en los que nació la dieta mediterránea, los que se enorgullecen de la larga esperanza de vida de su población… ¿cómo hemos llegado hasta aquí?

Es importante inculcar buenos hábitos alimenticios desde los primeros años de vida.
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Vamos a hablar con dos expertas en obesidad en España para conocer todas las claves: qué factores están detrás de este aumento espectacular en nuestro país, cómo debemos combatir el sobrepeso y la obesidad, cómo actúa esta enfermedad en nuestro organismo, de qué forma es ya una epidemia intolerable entre los niños, y por qué el coronavirus COVID-19 afecta más a las personas con obesidad.

Concha Aguilera es Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada, y su área de investigación son las bases moleculares de la obesidad infantil y sus comorbilidades, es decir, las enfermedades que lleva aparejadas. Vamos a empezar preguntándole algo que quizá nunca te has planteado: ¿qué es en realidad la obesidad? El sobrepeso podría ser definido como “tener unos kilitos de más” por encima del peso ideal de cada persona, definido por el Índice de Masa Corporal… pero la obesidad va más allá. ¿Cómo actúa sobre nuestro organismo?

Concha Aguilera – Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular, de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada

El área de investigación de Aguilera, que también forma parte de la Junta Directiva de la Sociedad Española de Nutrición estudia asimismo las comorbilidades de la obesidad, es decir las enfermedades que lleva aparejadas. ¿De qué dolencias o patologías estaríamos hablando en España?

Es importante hablar de la malnutrición, y es que un cuerpo obeso o con sobrepeso no necesariamente está bien nutrido, sino que muchas de estas personas no obtienen los nutrientes, los minerales, las vitaminas que necesitan. Un informe publicado en The Lancet ha dado la voz de alarma al comprobar que, en países en vías de desarrollo, las tasas de obesidad y malnutrición corren parejas. ¿Cómo se explica?

Una alimentación con abundancia de comida basura y ultraprocesados es la receta perfecta para un cuerpo obeso.

Para Aguilera, una combinación de carga nutricional más pobre y mayor carga calórica, la que se da en los alimentos ultraprocesados y la comida rápida, tiene mucho que ver con lo que está pasando.

Susana Monereo es Jefa de Endocrinología y Nutrición del Hospital Gregorio Marañón, y Secretaria General de la Sociedad Española de Obesidad. Y las autoridades deben luchar contra la obesidad porque alcanza niveles ya intolerables y pronto superará al tabaquismo. Pregunto a Monereo por el Nutriscore, el etiquetado nutricional que el gobierno quiere implantar a partir de 2021 para que los consumidores puedan ver las características nutricionales de los productos en el mismo envase.

*Susana Monereo Megías, jefa de Endocrinología y Nutrición del Hospital Gregorio Marañón, y Secretaria General de la SEEDO*

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso han alcanzado caracteres de epidemia a nivel mundial. Las cifras asustan. Más de mil millones de personas adultas tienen sobrepeso y, de ellas, al menos 300 millones son obesas. En Estados Unidos la obesidad y obesidad severa tienen unas proyecciones tremendas, con estimaciones para 2030 de casi el 50% de la población obesa y casi el 25% con obesidad severa, según un estudio publicado en diciembre de 2019 en el New England Journal of Medicine. Si vamos unos años por detrás de ellos, ¿Qué podemos aprender para no llegar a estos límites? ¿Qué efectos podrían tener estas prevalencias sobre la población, de convertirse en realidad?

La obesidad ha sido considerada uno de los factores de riesgo de mortalidad prematura con mayor crecimiento en los últimos años. En 2017, 4,7 millones de muertes estaban relacionadas con la obesidad, y en un 8% de los fallecimientos globales la causa de la muerte fue la obesidad. ¿Qué impacto sanitario pueden tener estas cifras?

Se ha señalado que el COVID-19 afecta de manera especial a las personas obesas dado las deficiencias respiratorias que presentan. ¿De qué otra forma su incidencia en estas personas es mayor? ¿Podrían presentarse estos problemas en futuros virus epidémicos?

Susana Monereo advierte sobre la moda de normalizar la obesidad y verla desde una óptica positiva, ya que la obesidad es una enfermedad y hay que prevenirla.

Conclusión

El mensaje principal que nos trasladan estas dos expertas en obesidad es que te pongas las pilas para combatir la obesidad en tu propio cuerpo y en tu entorno, que nadie va a venir a solucionarte la papeleta. Que la gente tiene que concienciarse de que la obesidad es una enfermedad muy seria que una vez que te han diagnosticado no tiene cura y hay que controlar durante el resto de tu vida. Hace falta no un poquito sino un mucho de conciencia y esfuerzo personal por no engordar: comer menos cantidad de comida más saludable, es decir más frutas y verduras cocinadas en casa y menos ultraprocesados cargados de calorías vacías. Hacer el esfuerzo de hacer ejercicio todos los días, de moverse un poco para compensar el sedentarismo que aumentamos con pantallas por todos lados. Más horas de sueño de calidad y menos pelis, series y videojuegos, menos móvil y menos redes sociales, y quizá más interacción social real, y más mundo interior. No hay excusas, y es que tu salud está en juego.

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